lunes, 14 de febrero de 2011

NO TENGO QUE ESPERAR...

No tengo que esperar
que llegue el día
para decirte vida mía
cuanto te quiero.
Pues todos los días
me levanto pensando en ti.

No tengo que esperar
que me digas si yo deseo decirte
ni esperar que me abraces
si yo necesito abrazarte.

No tengo que esperar para mirarte
cuando tu me mires,
puedo hacerlo siempre
en mi pensamiento.

No tengo que esperar
que te apetezca
me acerco a ti como una gata
mimosa y amorosa.

No tengo que esperar
aquello que quiero dar,
lo doy por entero y me muero 
de felicidad.