acudid a mi.
Yo os siento,siento esa presencia
angelical y pura.
Siento vuestra protección
porque así me siento bien.
Del mismo modo que siento
el aire en mis mejillas,
el olor de las cosas,
igual que siento el frío
en días de invierno,
y el calor abrasador
en las tardes de agosto.
Quiero sentirme arropada
por vuestra presencia solemne,
Saber que Dios os envía
con el don de protegernos.
En las noches de mi niñez,
con mi abuela yo rezaba
al lindo niño Jesús
y a los ángeles de la guarda.
Sigo con mis oraciones
pues se que estáis junto a mi
y quiero pensar que si,
que solo con una palabra,
os puedo acercar a mi.
